En este día, las oficinas de San Miguel se transformaron en una gran selva. Lianas, flores, huellas de animales y muchas aventuras fueron los protagonistas. Los colaboradores de San Miguel llevaron a sus hijos a conocer las oficinas y sumergirse en un safari mágico con música, actividades y búsquedas misteriosas. Compartieron una merienda divertida, original y muy salvaje junto al Rey de la Selva. Fue una jornada de mucha diversión, color y sobretodo ¡risas!